todo lo que necesitas saber

La colonoscopia es una tcnica endoscpica dirigida a visualizar el colon, recto y, si fuese necesario, la parte final del intestino delgado, explica David Torres Valencia, especialista del Aparato Digestivo, Hepatologa y Endoscopia del Hospital La Luz Quirn Salud, en Madrid.

La colonoscopia es una técnica endoscópica dirigida a “visualizar el colon, recto y, si fuese necesario, la parte final del intestino delgado”, explica David Torres Valencia, especialista del Aparato Digestivo, Hepatología y Endoscopia del Hospital La Luz Quirón Salud, en Madrid. 

La indicación más conocida de la colonoscopia es el cribado de pólipos o cáncer de colon en población general, pero tiene otras menos conocidas aunque frecuentes. También se utiliza “para la evaluación de signos o síntomas como la diarrea crónica, cifras de hierro bajas o sangrado por vía digestiva”, detalla Torres Valencia. 

Otras indicaciones son “la extirpación de pólipos, la localización de lesiones y marcaje, la extracción de cuerpos extraños o en síndrome de colon irritable”, añade el especialista.

Se trata de una técnica bastante frecuente en los hospitales españoles y que no ha dejado de crecer en los últimos años. Según datos del Sistema Nacional de Salud, el número de colonoscopias ha crecido de manera progresiva. En la década de los 90, se realizaban entre 30 y 40.000 colonoscopias anuales y en la primera década del 2000, la cifra alcanza las 70.000, un número que se sigue manteniendo en la actualidad. 

La razón principal de este incremento esta tendencia es que “en los últimos años se han llevado a cabo políticas estatales de cribado de cáncer de colon”, según el experto. 

¿Es una prueba peligrosa?

La colonoscopia es un proceso relativamente sencillo. “Se realiza introduciendo un instrumento llamado colonoscopio, que es un tubo flexible de unos 10-11 mm de diámetro con una cámara en la punta, que permite visualizar el colon y registrar videos o fotos”, describe Torres Valencia.

“Se introduce a través del ano, en la mayoría de los casos, o por aberturas en la pared abdominal y requiere de la insuflación de gas para desplegar las paredes del intestino y permitir una mejor observación”.

A través del colonoscopio, continúa, “se pueden introducir utensilios ya que durante la prueba puede ser necesario realizar toma de muestras o extirpar lesiones. Además, durante la exploración pueden encontrarse otro tipo de patologías que sea necesario cauterizar, o realizar otro tipo de tratamientos como dilataciones o colocación de prótesis”. 

La exploración del colon tiene una duración de entre 20 y 30 minutos, no obstante, “todo el proceso, desde la llegada del paciente al hospital hasta el alta hospitalaria, suele durar entre 60 y 70 minutos”, apunta el experto. Y es que la recuperación del paciente tras la intervención es relativamente rápida e indolora, “entre 5 y 10 minutos después del proceso el paciente puede retomar su actividad normal”.

La mayoría de las colonoscopias “se realizan bajo sedación” con el objetivo de que se hagan en las mejores condiciones posibles, dado que es una intervención que puede ser molesta aunque, tal y como señala el especialista, “podría hacerse sin ella”. 

En todo caso, el paciente deberá ser informado previamente de todo el proceso y deberá firmar un consentimiento que leerá antes de la prueba y en el que se describen todos los riesgos y posibles complicaciones. Esto es importante porque, a pesar de ser una técnica muy segura, no está exenta de riesgos. 

Así, explica Torres Valencia,“pueden aparecer náuseas, vómitos y distensión abdominal por la introducción de aire”, unas molestias que desaparecen “ventoseando”. La hemorragia y la perforación del colon, por su parte, “son complicaciones posibles durante la prueba pero que si aparecen lo hacen con más frecuencia cuando se realizan técnicas de tratamiento como la resección de lesiones o la fulguración de las mismas”, aclara. 

Otras complicaciones más raras son “infecciones, aspiración de contenido gástrico al pulmón o la hipotensión”. 

Excepcionalmente, pueden ocurrir casos de “reacciones alérgicas a medicamentos, alteraciones del ritmo del corazón, disminución de la respiración y de la oxigenación o, en casos muy extremos, parada cardiorrespiratoria”, informa.

Es fundamental señalar que la colonoscopia es muy segura y que cualquier paciente puede ser sometido a ella salvo cuando los riesgos superan a los beneficios, cuando no se pueda obtener el consentimiento informado, cuando se sepa de la existencia de una perforación o en los casos de pacientes con enfermedades como diverticulitis aguda documentada o colitis fulminante”. 

En el resto de casos, el médico valorará los pros y contras sobre todo en los pacientes con enfermedades comórbidas “porque tienen un mayor riesgo de complicaciones graves”. 

Otro caso en el que no podrá realizarse esta prueba será aquel en el que “el paciente no puede ser sedado adecuadamente a pesar del intento razonable de sedación”, apunta el experto.  

Cómo prepararse

La preparación previa a la colonoscopia es fundamental para que el resultado sea el esperado. Qué comer, cuándo comer o qué medicación tomar son algunas de las dudas principales de los pacientes antes de someterse a esta prueba. 

Según informa a CuídatePlus Encarnación García, del Centro de Información del Medicamento del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, “la preparación incluye la toma de un medicamento laxante durante la jornada (horas) previas a la prueba”. Esto es importante porque su toma ayuda al vaciado de la zona intestinal para que la exploración sea lo más “limpia” posible y facilitar el trabajo de los técnicos que realizan la prueba. 

En este aspecto, es fundamental que el paciente se informe sobre cómo debe tomar el laxante “ya que existen diferentes tipos en el mercado y con pequeñas diferencias en su administración”, recuerda la farmacéutica. 

La alimentación de los días anteriores a la exploración también soy muy importantes.

Aunque dependerá de cada protocolo establecido por cada centro u hospital, García da una serie de recomendaciones generales

  • Realizar una dieta baja en fibra desde 3 o 4 días antes de la prueba.
     
  • No tomar alimentos sólidos desde, al menos, 3 o 4 horas antes de comenzar con la limpieza intestinal. 
     
  • Desde ese momento, sólo se podrá utilizar líquidos claros como agua, infusiones, caldos filtrados, zumo de fruta colados sin pulpa, té o café. 
     
  • Desde 6 horas antes de la prueba no se deberá tomar tampoco líquidos, salvo una pequeña cantidad de agua si fuera necesario para la ingesta de alguna medicación.

A esta recomendación Torres Valencia recuerda que “también se evitará el consumo de verdura, fruta, legumbres, hortalizas, patatas arroz, pasta, guisos de carne o pescado, embutidos, pan, bollería, chocolate, alcohol y bebidas gaseosas”. 

Tras la intervención la reintroducción de los alimentos será “progresiva y prudente”, tal y como recuerda el especialista del Hospital La Luz Quirón Salud. “Si no se ha producido ninguna intervención, en la mayoría de los casos, el paciente puede empezar a comer a la hora siguiente al alta”.

Eso sí, es importante saber que “la persona intervenida puede sufrir alguna molestia abdominal, tener sensación distérmica ocasional, presentar algún manchado de sangre por vía anal o sentir una leve sensación de mareo y algo de somnolencia debido a la sedación”, explica. 

Es importante tener en cuenta además que, tras el proceso y debido a la “preparación previa, es posible que el paciente tarde unos días en volver a realizar sus deposiciones de forma normal”, según indica García. Para estos casos es importante saber que “no hay que tomar laxantes ya que todo volverá a la normalidad pasado un tiempo”.   

¿Qué pasa con la medicación?

Otra de las dudas habituales de los pacientes que se van a someter a una colonoscopia está relacionada con la medicación. Muchos no saben si deben dejar de tomar determinados fármacos y, si es así, desde cuándo y hasta cuando

En este sentido, García recuerda que, como con la alimentación, “todo dependerá del medicamento en cuestión y de las indicaciones del médico”. 

Aún así, de forma general recuerda que:

  • Los anticoagulantes orales deben suspenderse entre 3 y 5 días antes de la prueba, salvo que el médico indique lo contrario. Respecto a esto medicamentos, hay que saber que en ocasiones podrán ser sustituidos por algún tipo de heparina inyectada. 
     
  • El hierro se suspenderá una semana antes
     
  • Los antidiabéticos orales se deben suspender a partir de la última comida sólida previa a la limpieza intestinal. 
     
  • En caso de usar insulina, es posible que sea necesario modificar las unidades de la dosis siempre bajo control médico. 

ncG1vNJzZmibpZ6xosDEqaOuq16irrOvwGeaqKVfl7amusSsq5qqX2d9c3yOaWloaGZksLC4zqemrJufpbaiec2emp6rmamutHmQcGhybmRjtbW5yw%3D%3D

 Share!